GISELLA VICTORIA RUBILAR FIGUEROA, militante de la vida, de los sueños, del amor solidario hacia los y las demás, protectora de la naturaleza, defensora y luchadora por la justicia social, la naturaleza de su espíritu la mantuvo siempre en consonancia con la construcción y consolidación de la Patria, haciendo revolución en la vida cotidiana, más allá de los discursos.
Nació
en Chile el 12 de mayo de 1968, hija de Psicólogos, profesores
universitarios y también buscadores de la justicia social, lo que los
llevo a ser torturados y exiliados de su país, luego del golpe militar
del 73. Así llegó Gise a Venezuela, con 9 años, sus padres y sus dos
hermanos. Se consolidaron en el estado Trujillo, donde sus padres
pasaron a ser profesores de la ULA.
A los 20 años tiene a su primer hijo: Itciai, inicia una búsqueda profunda de su identidad, viaja por el mundo, regresa a Chile. Aprendió el arte de la Orfebreria. Luego a Venezuela, en el año 97 tiene a su segunda hija: Yaima, acá en Venezuela, en Mérida. Luego regresa a Chile, en el año 2000 nace Tamai, Sunai en el año 2002. Se había preparado como Terapeuta Floral (Flores de Bach), una herramienta que le permitía ayudar a las más necesitadas.
Cerca del año 2008, regresa a Venezuela y se instala acá, decide comprar un terreno e iniciar la construcción de la casa para todas sus hijas y su hijo.
A finales del año 2013 se gradúa de Licenciada en Educación Integral en la ULA.
En el año 2014, vivían en Pie del Tiro, comunidad que estuvo prácticamente sitiada, con el acecho permanente de las Guarimbas instaladas en la Avenida Las Américas, El Rodeo que subían hasta la avenida Próceres… vecinos y vecinas de esta comunidad, al igual que muchas otras, sentían TERROR, ante la violencia que se instaló enfrente, que no permitía movilizarse libremente, no le permitían a la comunidad, ni al pueblo, seguir haciendo SU VIDA… y cuando necesitaron sacar sus enfermos y enfermas no pudieron, tampoco pudieron libremente bajar al cementerio a enterrar a sus muertos. A las bodegas no podía llegar nada, no hubo gas, las trabajadoras y los trabajadores, las y los estudiantes no PUDIERON HACER SU VIDA.
El 8 de MARZO del 2014, Día Internacional de la Mujer, cuando la comunidad Pie del Tiro, protegía su espacio, luego de haberlo hecho transitable el día anterior, ya que las barricadas impedía el transito libre, una bala guarimbera asesina le llegó a Gisella, en la cabeza. Luchó, siendo ella: UNA LUCHADORA POR LA VIDA.
Fueron 24 horas hasta que el 9 de marzo del 2014, repartió su luz, sus sueños, su amor a la vida…
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Cerca del año 2008, regresa a Venezuela y se instala acá, decide comprar un terreno e iniciar la construcción de la casa para todas sus hijas y su hijo.
A finales del año 2013 se gradúa de Licenciada en Educación Integral en la ULA.
En el año 2014, vivían en Pie del Tiro, comunidad que estuvo prácticamente sitiada, con el acecho permanente de las Guarimbas instaladas en la Avenida Las Américas, El Rodeo que subían hasta la avenida Próceres… vecinos y vecinas de esta comunidad, al igual que muchas otras, sentían TERROR, ante la violencia que se instaló enfrente, que no permitía movilizarse libremente, no le permitían a la comunidad, ni al pueblo, seguir haciendo SU VIDA… y cuando necesitaron sacar sus enfermos y enfermas no pudieron, tampoco pudieron libremente bajar al cementerio a enterrar a sus muertos. A las bodegas no podía llegar nada, no hubo gas, las trabajadoras y los trabajadores, las y los estudiantes no PUDIERON HACER SU VIDA.
El 8 de MARZO del 2014, Día Internacional de la Mujer, cuando la comunidad Pie del Tiro, protegía su espacio, luego de haberlo hecho transitable el día anterior, ya que las barricadas impedía el transito libre, una bala guarimbera asesina le llegó a Gisella, en la cabeza. Luchó, siendo ella: UNA LUCHADORA POR LA VIDA.
Fueron 24 horas hasta que el 9 de marzo del 2014, repartió su luz, sus sueños, su amor a la vida…
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